El equipo de inn—Be participa como jurado
en la First Lego League.
El sábado pasado, junto a la Universidad Politécnica de Catalunya (@la_UPC) y Aigües de Barcelona, el equipo de inn—Be participamos como jurado en los torneos clasificatorios de la First Lego League, un programa que apoya a los más pequeños y adolescentes, entre diez y dieciséis años, para introducirse en temas científicos y tecnológicos en un ambiente de compañerismo y valores positivos.
El objetivo no es solamente que los más jóvenes vean la tecnología como algo cercano que les permite mejorar el mundo, sino también potenciar su creatividad y, sobretodo, su capacidad de trabajar en equipo y entender la importancia de colaborar con otras personas. Guiados por un entrenador (coach) preparan una competición que se basa en la coopertición, un precioso término acuñado por la misma First Lego League para definir aquellas competiciones libres de elementos negativos, donde el juego limpio y la cooperación son la base incluso cuando hablamos de equipos contrarios. Los equipos de la First Lego League siempre salen a ganar, a hacerlo lo mejor posible, pero conscientes que puede que no suceda así porque hay grupos tan buenos como ellos. Saben que, ganen o pierdan, se llevan un aprendizaje y una experiencia importante y educativa para persistir y intentar superarse en la siguiente edición.
Desde inn—Be esta experiencia siempre es muy enriquecedora, primero porque nos ilusiona y nos llena de energía. Segundo, porque nos enseña donde radica la fuerza de un equipo (que no es en otro lugar que en los valores y la confianza que lo fundamentan), y por último, porque nos hace tener mucha conciencia de que la tecnología y la robótica no deshumanizan en absoluto la vida humana, sino que la hacen más fácil poniendo solución a los temas que nos preocupan.
El sábado, los proyectos de los equipos participantes en la Universidad Politécnica de Catalunya (UPC), se centraron en como se podía mejorar la manera en que buscamos, transportamos, utilizamos o nos deshacemos del agua: lo que se conoce como ciclo humano del agua. Las ideas fueron muchas y muy grandes. Desde niños que presentaban soluciones para aprovechar el agua de lluvia y usarla en el huerto de su colegio intentando ahorrarla a través de una app que crearon ellos mismos, a sistemas para pisos y viviendas que se abastecían de aguas depuradas y recicladas. Allí, el jurado, compuesto de expertos en agua, robótica, pedagogia, proyectos y Lego Mindstorms, valoramos sus proyectos científicos, los robots que crearon y los valores que mostraron en sus exposiciones. Sin duda, una tarea difícil escoger entre proyectos de tan alto nivel (suerte que nuestro CTO, Francesc Sabaté, nos prepara a todos los jueces con mucha antelación para entender y objetivizar cada uno de los ítems que hay que valorar y nos permite hacerlo con gran profesionalidad).
Queremos felicitar a todos, absolutamente a todos los equipos de valientes que presentaron sus proyectos y han trabajado durante meses para este día. Desear mucho éxito a los dos equipos que viajan a la final estatal y preinternacional que se celebrará en Logroño (de los que nos sentimos muy orgullosos), y queremos hacer una mención especial a nuestro premio favorito de cada año: el premio a los valores. Y no es que no creamos que es importante ser los primeros y que crear un robot increíble demuestra unas competencias técnicas envidiables, pero cualquiera de las dos cosas es difícil sin estar sustentados por valores. Porque los valores son las creencias clave que guían nuestras actitudes y acciones como equipos y, sobretodo, como sociedad. Algo que desde inn-Be no nos cansamos de trasladar a cada centro educativo que visitamos, ya sean escuelas, institutos de secundaria, universidades o universidades corporativas: todo crece a partir de los valores y de la misión compartida.
El equipo de este año, Aquabots, se presentaban al certamen por primera vez y supieron ser un verdadero ejemplo de inclusión educativa explicándonos como habían trabajado en equipo y excusando la ausencia de su compañero con síndrome de Down al que también hicieron participe en todo momento, integraron en el equipo y demostraron querer como a uno más en un archivo de fotografías, recuerdos y momentos maravillosos. Y es que en esta sociedad , en este mundo, todos tenemos algo que aportar: ese fue el gran aprendizaje del sábado. Todos, con nuestras diferencias, somos igualmente importantes. Os dejamos el vídeo de su ilusión recibiendo el premio que nos emociona cada vez que lo vemos…
Y por último estamos seguros que todos los equipos, jueces, voluntarios y personas que estuvimos allí el sábado nos acompañan deseando lo mejor a los dos equipos ganadores que seguro serán una gran representación. ¡Vamos!
Felices proyectos llenos de valores. ¡Growing by innovating!
inn—Be
P.S. Nuestro más sincero agradecimiento a Aigües de Barcelona que ha apoyado la iniciativa, la innovación y las competencias necesarias para el s.XXI esponsorizando este día. A la UPC Universitat Politècnica de Catalunya y a Cecilio Angulo por dejarnos compartir nuevamente estos momentos en un espacio único de conocimiento tecnológico, a Francesc Sabaté (Fundació CIM) por empujarnos a vivir la robótica siempre de forma humana y, por supuesto, a cada uno de los miembros del jurado de profesionales y expertos con los que formamos equipo.